La pesca artesanal como trabajo
Como coinciden investigadores, entidades locales y organismos internacionales como la FAO, la pesca artesanal es potencialmente sustentable y de suma relevancia. En sentido amplio, esta es una actividad fundamental para el desarrollo local debido a que provee a poblaciones rurales medios de subsistencia, genera identidad, cultura y vuelca esos saberes en la sociedad.
El biólogo e investigador Martín Laporta sostiene que “ante un buen marco regulatorio y con buenas prácticas, la pesca artesanal es una solución adecuada de explotación, compatible con el mantenimiento de los ecosistemas". Aún con menor captura, la pesca artesanal “es más equitativa en su distribución: genera más fuentes de trabajo que un barco industrial. Por ejemplo, con 30 kilos de captura de alta calidad, un pescador artesanal puede emplear a siete peladoras y su pareja puede encargarse del primer punto de venta del camarón".
Además, aspectos no tan visibles de la infraestructura, como el monitoreo de los ecosistemas de la costa, están ligados a la actividad en torno a la pesca. Los pescadores artesanales son una pieza clave para la comunidad científica: “Desde el punto de vista de la investigación en Uruguay, sería muy difícil conocer lo que tenemos en nuestro océano, en nuestras costa, los recursos y la diversidad, si no hubiera pesca".