La nube y los conflictos entre Estados
Al igual que las antenas de 5G, la elección de proveedores de nube y centros de datos
también genera tensiones entre Estados. Por ejemplo, el
gobierno australiano actualmente está eliminando sus datos públicos de un centro de datos de
Global Switch, propiedad de un grupo de inversión chino. El Panel de Proveedores de Instalaciones de Centros de Datos de Australia obligó al Departamento de Asuntos Internos de Australia a firmar contratos con el proveedor local
Canberra Data Centres para proteger la soberanía de los datos.
Por el contrario, Indonesia ha facilitado las
inversiones extranjeras en su mercado,
con una población en el cuarto puesto a nivel global y proyecciones de triplicar en cinco años los gastos en la nube. Los proveedores de nube chinos lideran este mercado, mientras que
AWS,
Azure y
Google Cloud anunciaron inversiones para mejorar su posición.
Las represalias de EE.UU.
Las potencias intervienen en la competencia global por la nube, no sólo para impulsar
a sus campeones nacionales sino también para perjudicar a sus rivales. En este sentido,
EE.UU. comenzó a desplegar una ciberdiplomacia de contención hacia empresas chinas de nube. Funcionarios estadounidenses han presionado a legisladores y empresarios europeos para que rechacen la construcción de centros de datos de Huawei, y favorezcan en cambio a empresas occidentales.
A su vez, la iniciativa
Clean Network de la Administración Trump se presentó en
agosto de 2020 para "proteger la privacidad […] y la información más sensible […] de
intrusiones agresivas por parte de actores malignos, como el Partido Comunista Chino".
Uno de sus cinco pilares es "Clean Cloud", enfocado en prevenir que la información más sensible de sus ciudadanos y empresas sea "almacenada y procesada en sistemas basados en la nube accesibles a nuestros adversarios extranjeros a través de empresas como
Alibaba,
Baidu y
Tencent".
Se estima que esta iniciativa y otras medidas de Trump provocaron la separación
entre
Alibaba Cloud y
TikTok como su cliente en el almacenamiento de datos, lo cual
resultó en un crecimiento menor de sus ingresos en el primer trimestre de 2021.
La
Administración Biden ha continuado el confrontamiento, y prohibió inversiones
estadounidenses en compañías tecnológicas chinas, incluyendo
Inspur. Se trata del mayor fabricante de servidores en China, y el tercero a nivel global. Entre sus socios están
Nvidia,
Cisco e Intel.
¿Cuáles serían las consecuencias para el sector si Biden le prohíbe a
Equinix, u otras
empresas estadounidenses de
colocation, brindar servicios a empresas chinas de cloud? ¿Qué efectos tendría en nuestra región?