"Hemos pasado de contar historias a poner a alguien dentro de una historia. ¿Qué quiere decir eso? Quizás debamos aprender del mundo de los videojuegos, pero el periodismo no es un juego", reflexiona Clàudia Prat, pionera en el desarrollo del periodismo en 360 y actual integrante del equipo de periodismo inmersivo de TIME.

A diferencia de otros contenidos audiovisuales, un reportaje inmersivo con video en 360 muestra los hechos de manera esférica, lo que ofrece al espectador una representación muy realista y la sensación de estar en el lugar de la acción. Puede decidir hacia dónde mira: derecha, izquierda, arriba, abajo, y pasa a tomar un rol activo.

En este escenario virtual, el periodista pasa de elegir el mejor encuadre y apuntar la cámara, a capturar toda una escena donde incluso él también es filmado. "Cuando filmamos con cámaras de realidad virtual, muchas veces el crew debe esconderse para no aparecer en el plano", señala Prat, y plantea el desafío de redefinir la ética periodística: "¿Cómo hacemos la entrevista si el periodista no puede estar físicamente con el entrevistado? Quizás podemos colaborar con nuestros entrevistados, ponernos de acuerdo con lo que van a contar mientras vamos a escondernos, pero en periodismo el entrevistado no debe actuar, hay un límite entre ponerse de acuerdo y en decirle lo que debe hacer".

El especialista Matthew MacVey, del Laboratorio de Tecnologías Emergentes de la Craig Newmark Graduate School of Journalism de CUNY (City University of New York), sostiene que "el espectador puede ver realmente todo a su alrededor y creo que eso transmite confianza. No es solo el punto de vista que el periodista ha elegido. Esto puede ser muy poderoso y es una oportunidad para que el periodismo aproveche las ventajas de las nuevas herramientas".

Para MacVey, el principal desafío actual para el periodismo es captar a las audiencias en constante movimiento, con distintos modos de crear y compartir contenido. "Las nuevas tecnologías son grandes oportunidades para el periodismo", señaló.

En el mismo sentido reflexiona Robert Hernández, profesor de periodismo inmersivo de la USC (University of Southern California): "La cantidad de herramientas para hacer periodismo efectivo es cada vez mayor. Me enfoco en tecnologías emergentes. En el momento estamos usando fotogrametría y cámaras 360 para contar historias inmersivas y ofrecer diferentes experiencias a través de un teléfono o de snapchat". Hernández considera que a pesar de las nuevas tecnologías, los principales desafíos para el periodismo no cambian: "Tienes que ser preciso, ético e informar a comunidades diversas".

La realidad inmersiva está en su fase experimental, y aún ha sido poco explorada. Las nuevas herramientas obligan a repensar el lenguaje audiovisual, crear nuevas puestas en escena y establecer nuevos contratos con los entrevistados y la audiencia. Tal como señala Clàudia Prat "la realidad inmersiva es un nuevo medio y estamos experimentando cómo comunicar. Tomó años que el cine desarrollara su propio lenguaje de planos, el montaje, el uso del sonido. En el periodismo o documental inmersivo solo llevamos cinco o seis años, estamos en una edad embrionaria y como tal hay que ver los proyectos como casi-ensayos".