La biometría dejó rápidamente de ser un elemento del cine fantástico y la ciencia ficción para instalarse en la realidad. Hoy en día un rostro, la huella digital o el iris pueden facilitar el acceso a un dispositivo personal, un aeropuerto o autorizar pagos. Las tediosas contraseñas tienen los días contados.
En esta área se especializa Javier Preciozzi, socio de Digital Sense Technologies, una empresa que se enfoca en el sensado remoto y la biometría. Entre sus proyectos actuales, este uruguayo trabaja en un sistema de identificación civil para todos los ciudadanos de Jamaica.