#realidad mixta #arte #poesía
Algoritmos y Poética
Natalia Arralde entrevista a la PhD colombiana-estadounidense, Micha Cárdenas
La combinación perfecta de poesía, inteligencia artificial, realidad aumentada y compromiso social ha permitido que Micha Cárdenas presente y difunda su trabajo en todo el mundo. Gran parte de su obra está enfocada en promover la seguridad de las personas trans de color y queer, que es el grupo más vulnerable entre las personas LGBTQ en Estados Unidos.
De origen colombiano e irlandés, Micha conoce cabalmente el significado de frontera y desde allí lanza su ofensiva como artista, docente y teórica, y traslada su trabajo a la poética de las personas trans en el entorno de los medios digitales. Ha desarrollado juegos, escrito poesía y ha publicado trabajos relacionados con los planteos teóricos de sus performances. Entre sus publicaciones está Trans Desire / Affective Cyborg y The Transreal: Political Aesthetics of Crossing Realities.

(Micha Cárdenas + capturas de la instalación Sin Sol)
Trabajas con Realidad Virtual, Realidad Aumentada, hologramas, videojuegos, algoritmos y poesía, y todas son distintas aproximaciones para denunciar la problemática de las minorías ¿Cómo definirías tu extenso trabajo?

En general, como investigación de base práctica, una combinación de teoría y práctica. No concibo la teoría y la práctica como cosas separadas sino como un sistema de retroalimentación. Me gusta llevar a la práctica las preguntas que me planteo, y que surgen de leer y escribir. Esto deriva en nuevas preguntas, que se vuelven a escribir y así continúo en esa larga conversación conmigo misma y con otros artistas y teóricos.
Hay otra gran parte de mi trabajo que se basa en pensar en el arte como instrumento de acción. Activismo es una palabra complicada como para pensar en el arte como una acción directa de activismo. Yo pienso en qué puedo hacer acerca de un determinado problema, o qué podemos hacer mis cinco amigos y yo, como en el Transborder Inmigration Tool, donde nos planteamos qué podíamos realmente hacer para intervenir y cambiar la situación de la gente que moría en el desierto, a 15 minutos de nosotros, queriendo cruzar una frontera.

¿Qué fue lo que te llevó a trabajar en esta intersección entre raza, género y tecnología?

Mi historia de activismo tiene que ver con mi experiencia personal. Crecí en Miami, Florida, un lugar muy conservador. Me involucré en el activismo cuando era joven, y cuando me mudé a California, con 21 años, comencé a participar de las protestas en contra de la guerra de Irak. Después de algunos años de hacer eso, sentí que quería dar un giro hacia el activismo mediático, porque más personas verían el mensaje. Luego conocí a Ricardo Domínguez, que fue un modelo para mí por hacer arte, activismo y tecnología, todo junto. Y así empecé con esto.
Creo que mi propia experiencia de ser trans, latinx, queer, y crecer muy pobre, me ubicaron fuertemente en esa intersección, como plantea Gloria Anzaldúa en Borderlands. Estuve en la intersección de tantas cosas que sentí la necesidad de construir puentes y luchar contra las ideas totalitarias sobre la pureza. Hago lo que puedo en mi día a día.

Como trans latina, ¿cuáles son las posibilidades de los videojuegos y medios interactivos?

Esa es parte de la dirección que le estoy dando a mi trabajo en este momento. Hay otras mujeres trans de color que tienen ejemplos increíbles, como Mattie Brice, que creó un juego llamado Mainichi, que significa "todos los días" en japonés, donde simplemente refleja su experiencia personal tratando de sobrevivir sola.
Este juego realmente me interpeló y me hizo pensar cómo los videojuegos pueden hacer algo diferente a lo que logra la literatura, o la poesía, o el teatro, y pueden combinar todas esas cosas. De modo que, en mis juegos trato de unir actuación, poesía e interactividad.
(Captura de Redshift and Portametal)
Uno de tus proyectos Redshift and Portametal claramente busca que el usuario experimente la experiencia de la migración. ¿Qué te propusiste en este caso?

Redshift and Portalmetal
es un juego interactivo, en línea, que incluye cine, performance y poesía. Trata sobre fronteras, cambio climático y colonización. Es interesante para mí poner el espectador en el espíritu de un viajero espacial trans que tiene que hacer elecciones. Hice este proyecto en parte porque tuve muchas oportunidades de presentaciones en vivo, en galerías, y en calles, pero pocas personas lo podían ver. Con esto, en cambio, pudieron verlo miles de personas.

En el complejo escenario de Estados Unidos, ¿Cómo trabajas como intelectual, artista y profesora, en contra de los prejuicios y los sesgos en la tecnología?

Este es mi segundo año como profesora en Santa Cruz y mucha de mi energía está en la enseñanza. Enseñar en un programa de juegos es complicado pero definitivamente lo veo como un acto de intervención. Muchos estudiantes llegan con ideas sobre tecnología y juegos que son simplemente celebratorios y yo realmente aporto un enfoque crítico, feminista, queer, trans, y es realmente una lucha. Es un proceso realmente diario el tratar de entablar conversaciones difíciles con personas que no han tenido oportunidad de reflexionar sobre temas de raza y género en un sentido académico.

Un planteo sobre el lugar de la tecnología para la personas de color, inspiró otro de tus proyectos: Unstoppable, donde entre otras cosas planteas crear ropa a prueba de balas. ¿Cuál fue el foco de este proyecto?

Algo que trato de hacer es crear un nuevo uso de la tecnología para que las personas piensen de manera diferente sobre el diseño tecnológico: por quién está creado y para quién está diseñado. Hice este proyecto llamado Unstoppable, con la colaboración de Patrisse Cullors. Su pregunta sobre qué sería la tecnología para las personas de color, me hizo pensar en el asesinato de una mujer trans, y pasé tal vez un año pensando en cómo hacer ropa a prueba de balas.
Unstoppable es una intervención. Nos preguntamos qué hace la gente con la moda, a quién sirve todo este trabajo, quién es realmente el centro y quién el proyecto. Muchas empresas pueden hacer ropa de moda a prueba de balas pero a un costo muy elevado. Pero se pueden reciclar materiales y hacerlo muy barato, o sin costo. Desarrollamos un conjunto de instrucciones para hacer prendas que luego sirvieron como base de una serie de talleres, mesas redondas, y conversaciones para luchar contra el asesinato de mujeres trans de color.
(Sin Sol/ No Sun de Micha Cárdenas)
Tu proyecto más reciente, Sin Sol / No Sun es una extensión lógica de los planteos de Redshift and Portametal. La protagonista, Aura, un holograma de Inteligencia Artificial trans latina alienta a los jugadores a reflexionar sobre el cambio climático y su impacto en los inmigrantes y personas trans. ¿Cómo llegaste a esta concepción, a este personaje?

Acudí a la materialidad para contar la historia de un holograma de Inteligencia Artificial trans latina, e incluso al hacer eso intenté abordar preguntas sobre el cambio climático y el género. A la gente le parecía imposible la idea de Inteligencia Artificial trans latina. Ahora estoy abordando el tema en un nivel más poético. No estoy trabajando con código de Inteligencia Artificial en este momento, quizás en el futuro. Me inspiro en otra teórica, Sasha Costanza-Chock. que es un gran personaje en el diseño de redes de justicia. Ella presentó un taller de sobre Inteligencia Artificial transfeminista que realmente me hizo pensar y plantearme: ¿por qué asumimos que la Inteligencia Artificial es cisgénero, cuando es completamente constructiva? ¿Por qué pensamos que una Inteligencia Artificial femenina es realmente femenina cuando la gente mira a una mujer trans y piensa que no es una mujer? ¿Y por qué asumir que un asistente de Inteligencia Artificial es blanco según su voz o su acento?

¿Crees que esta revolución tecnológica que estamos viviendo profundiza los sesgos?

Creo que la tecnología no está separada de la sociedad, es como una constitución mutua, un circuito de retroalimentación. Hay investigadores en Inteligencia Artificial como Kate Crawford y Joy Buolamwini que están haciendo un trabajo increíble sobre todo esto, sobre cómo las ideas racistas, transfóbicas pasan a las personas que se sientan en una máquina y vuelcan estas ideas en código, y luego se materializan. Sasha Costanza-Chock también aborda este tema.
Supongo que esto es más profundo porque de algún modo se vuelve más violento. En computer vision (visión artificial) los programadores parten de la idea de que puedes mirar a alguien y decidir si es hombre o mujer. Esta idea es patriarcal, está equivocada, y parte de los programadores de computadora ni siquiera se lo plantean.
(Captura de Find Each Other - Local Autonomy Networks/ Autonets)
En Autonets planteabas una idea inspiradora y colaborativa sobre la seguridad. ¿Cómo evolucionó este proyecto?

Comencé Autonets en 2011, luego de haber trabajado en el Transborder Inmigrant Tool, donde se me ocurrieron preguntas muy importantes, como si puedo hacer que otras personas estén más seguras con mi arte, si puedo crear seguridad para otras personas, e incluso si es ético plantear que sí podría. Hicimos un proceso pero nunca sentimos que fuera lo suficientemente confiable como para decirle a alguien que esto lo ayudaría en el desierto.
Al terminar ese proyecto me mudé a Los Ángeles y me planteé que yo misma no me sentía segura, mi comunidad y otras mujeres trans de color tampoco y pensé qué puedo hacer para sentirme más segura y ayudar a otras mujeres trans de color que no pueden confiar siquiera en la policía.
Entonces, pensé en una red autónoma de seguridad de base comunitaria, hice algunos prototipos, vestidos, buzos con capuchas, pulseras y transmisores inalámbricos que podrían dar una señal cuando la persona se sintiera en peligro. Pensamos en GPS pero las comunidades plantearon que no querían ser localizadas con GPS, por tanto llegamos a un prototipo en el que se encendía una luz en la ropa, que no te indica el punto exacto pero sí la proximidad. Eso es todo. Utilizamos los prototipos para sensibilizar y mostrarlo a las personas en la calle, workshops y performances. Lo realmente importante para mí es iniciar la conversación, comunicarlo.

Tu producción se basa en que el arte y la reflexión crítica pueden contribuir a un cambio cultural. ¿Cuál es el principal desafío para alcanzar ese objetivo?

Una pregunta vigente para mi es la escala. La acción directa de un proyecto tiene un enfoque micropolítico, puedo llegar a una persona, a diez y eso es bueno pero la magnitud del problema hace que me pregunte todos los días si estoy haciendo algo, si estoy haciendo suficiente. Otro gran problema es que Internet es tan tóxico, y está diseñado para presionar y violentar, y realmente crea esta situación de sociedad fragmentada y segmentada. Puedes bloquear a las personas equivocadas y seguir a las personas correctas para pasar todo el día escuchando voces de supremacía blanca y creer en ellas, y luego comprar un arma y salir disparando a las personas. O puedes vivir la vida de una manera diferente y solo escuchar radicales o progresistas. Nunca estás viendo lo que piensan otras personas. Eso es un gran desafío continuo para mí.

La poesía está presente en todos tus proyectos. ¿Qué importancia tiene la poesía en tu trabajo y en tu vida?

Es realmente importante, desde la niñez. Tal vez sea un cliché pero la poesía siempre fue una vía de escape para mí. Cuando las cosas eran demasiado duras para hablarlas, podía escribirlas en una especie de sin sentido, sin reglas.
La poesía me permitió reunir muchas capas diferentes en un solo momento, en una frase. Y siempre me he sentido en la intersección de varias cosas, mi padre es colombiano, mi madre irlandesa, soy mitad y mitad, siempre viví en lugares fronterizos como Miami, San Diego. Y siempre supe que la poesía y el arte no son un lujo.
Cuando estaba con el Transborder Inmigration Tool, los medios lo informaron, y en ese momento Glenn Beck tenía un nuevo sitio web, y usó un titular que decía que el proyecto "destruiría la frontera de los Estados Unidos con poesía". Me pareció increíble que se concentrara en ese aspecto. Cuando lo mostró en la televisión emitió un clip en donde estaba yo leyendo un poema, algo que también fue interesante sobre este proyecto. Esa idea de que la gente no necesita de la poesía como del agua ¿En serio? ¿Por qué no? El desarrollo espiritual es importante también. Me pregunto si puedo cambiar esa concepción de quiénes están cruzando la frontera, y por qué creen que no necesitan poesía. Sigo pensando mucho en poesía. Mi último libro se llama Operaciones Poéticas, está casi terminado y es eso, el movimiento poético, poética de algoritmos, poética de los medios. La poesía puede ser una forma de hacer arte que desafíe al totalitarismo. Yo quiero hacer arte que desafíe concretamente al fascismo.

* El Transborder Immigrant Tool es un proyecto del Electronic Disturbance Theater.
** Sin Sol, tiene es un colaboración entre Micha Cárdenas, Marcelo Viana Neto, Abraham Avnisan, Adrian Phillips, Morgan Thomas, Wynne Greenwood y Dorothy Santos.
Micha Cárdenas, PhD Assistant Professor de Arte & Diseño: Juegos + Playable Media, UC Santa Cruz, Artista, 1stGen Colombian American, Coautora de The Transreal.

Micha Cárdenas
Natalia Arralde es la Editora de Amenaza Roboto. Ella se ha especializada en producción audiovisual (NHK-CTI Tokyo). Antes coordinó el proyecto "Periodismo en el Liceo" del MEC, el Servicio Informativo de Televisión Nacional de Uruguay y realizó servicios de producción de contenidos para cadenas internacionales como CNN y Al Jazeera. Además, ha ejercido el periodismo en canal 12, radio El Espectador y FM del Sol, El Observador y El País (suplemento Economía y Mercado).

Natalia Arralde
Contenidos Relacionados
Áreas a explorar
Que comience el diálogo
¡Ponete en contacto con nosotros!