Mapa de la región
El informe señala que el primer país de América Latina en desarrollar una corona-app fue Bolivia, el 15 de marzo, seguido de Colombia, el 16, y luego Uruguay, que lanzó una aplicación el 20 de marzo. Desde entonces se desplegaron muchos instrumentos con distintos alcances, funciones y modelos de gobernanza de datos.
El análisis deja al descubierto una realidad regional muy diversa y marca diferencias incluso a la interna de cada Estado. Varios países, sobre todo los que tienen una organización política federal, como Argentina, Brasil y México, desarrollaron más de una aplicación en los distintos Estados. También en Colombia, Paraguay, Perú, Honduras y Ecuador se desplegaron varias iniciativas regionales. "Se busca ir al nivel más local posible, y eso pone en tensión las capacidades tecnológicas de los actores más pequeños como municipios o ciudades", señala Aguerre.
La experta relevó 28 aplicaciones locales de distintos orígenes. Casi la mitad fueron creadas por iniciativa gubernamental, seis de ellas pertenecen a empresas, dos tienen un origen mixto y, en ellas, la colaboración con las bases de datos del Ministerio de Salud es clave para su funcionamiento. Luego, hay seis aplicaciones activas pero no se especifica la organización que respalda su desarrollo.
La investigación indica que el principal objetivo de estas herramientas es brindar servicios de telemedicina y reporte de síntomas, seguido por la función de informar a los ciudadanos, y luego la de autodiagnóstico. Dentro de las funcionalidades más controvertidas está la de alerta por proximidad y la de control de salida. El estudio advierte que no se conoce si los datos proporcionados por los usuarios se utilizan para elaborar otro tipo de análisis que pueda interferir con la privacidad e intimidad de las personas.
El informe revela la carencia de políticas de eliminación de datos
La Unión Europea establece cuatro principios rectores para el desarrollo de aplicaciones: voluntariedad, consentimiento, resguardo de la identidad y política de eliminación de datos.
En América Latina todavía hay seis países que no cuentan con una ley de protección de datos personales y sin embargo desarrollaron sus propias corona apps. Del estudio realizado por Aguerre surge que las políticas de eliminación de datos son específicas únicamente en tres de las 28 corona- apps relevadas. En relación a los resguardos de identidad, solamente seis tienen políticas que por defecto anonimizan o no toman datos personales, una en la que el usuario puede solicitar el resguardo de su identidad vía email, y en las restantes 21 no se aplica ninguna política o no se hace explícita. Se destaca como innovador el caso de la aplicación COVID-19 CDMX que si bien toma datos como la georreferencia, tiene un botón visible que permite borrar información y almacenamiento de datos.
En este sentido, la experta entiende que es necesario imponer más presión a los Estados sobre cuál es la política de almacenamiento y eliminación del dato: "En eso Europa es categórica, rige el principio de eliminación del dato en un tiempo razonablemente acotado al control de la pandemia. Yo temo que en nuestra región, por cómo están desplegados los términos y condiciones, esto hoy no es una política. En algunos casos he visto plazos de 10 años. No creo que sea relevante saber tu nombre y apellido, tu documento de identidad, tu dirección postal o el día de tu nacimiento. Hay que buscar todas las técnicas para garantizar el anonimato y dejar lo realmente imprescindible".